Entrevista a Miguel Martínez de Cañas Muñoz (Bodegas Araico) 5/5 (3)

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Bodegas Araico - Fuente vinummedia.com

Nota editorial

El buen hacer y la pasión siempre despiertan algo diferente, es una sensación casi irreal en un mundo dominado por la fabricación en serie. Por eso cuando te encuentras con productos elaborados con esa dedicación solo te queda hacer una cosa y es… sacarte el sombrero ante esa demostración de que las raíces y la calidad no están reñidas con la tecnología. Ya lo dijo el filósofo “lo importante es dirigir todos nuestros esfuerzos a aquello que nos llena de amor.” 

Barricas Bodegas Araico – Fuente vinummedia.com

Entrevista:

V: Miguel ¿cuéntame un poco la historia del lugar. ¿Dónde estamos?

M: Nos encontramos en Villabuena de Álava, pertenecemos a la D.O. Rioja, subzona Rioja Alavesa. Este pueblo tiene la particularidad de que somos 350 habitantes, y hay 46 bodegas: una bodega cada 8 personas. La tradición del pueblo que es han trabajado sus propias viñas, han elaborado su vino y directamente lo comercializaban ese vino. Por eso aquí no ha habido nunca una cooperativa.

V: ¿Cuál es el origen del cultivo de la vid aquí, cuándo comenzó, de dónde proviene?

M: No sé exactamente quién fue el primero que plantó viña, pero el precursor y el que hizo que se desarrollara a región fue la Bodega Marqués de Riscal: trajo a los enólogos de Francia, mejoró la viticultura y a elaboración de vino; nos enseñó a hacer vino como el que hacemos ahora.

Cepa Bodegas Araico – Fuente vinummedia.com

V: ¿Qué producción agrícola había antes? ¿qué se cultivaba en la zona?

M: Antiguamente, como había mucho animal, se plantaba cereal y se combinaba con algo de vino para consumo propio. Pero lo que más dinero daba era el cereal. O sea, que la transformación del cereal a la viña no fue de un día para otro, fue en un largo periodo de tiempo. Cuando hubo problemas en Francia por la filoxera, vinieron a esta zona porque vieron que el micro clima era igual que el que tenían allí.

V: ¿Cómo nace este proyecto de la bodega, ¿cuáles son sus raíces?

M: Mi abuelo tenía sus fincas de viña, además de otros tipos de cultivo, y él elaboraba vino para consumir en su casa. Tres de sus hijos (tenía 8 hijos) decidieron montar una bodega para comercializar esas uvas que fabricaba su padre. Montaron una bodega en 1987. Uno se encargaba de la parte del campo, otro de la parte comercializadora y otro de la parte administrativa. Pasaron los años y poco a poco fueron creciendo. Y se fueron especializando. Empezaron con un vino joven de año, el que en el País Vasco llamamos de “chiquiteo”. Después pasaron a introducir barricas y elaboraron un vino de crianza. En el año 2000, cuando se hizo la planta en la que estamos, introdujeron un tercer vino, a demanda del público, un blanco; con lo que ya teníamos tres tipos de vino.

Música para armonizar la cata – Fuente vinummedia.com

V: ¿La tipicidad del suelo ha resultado positiva para la viña?

M: Sí, además en Rioja tenemos la peculiaridad de que no todas las zonas son iguales: unas son más calcáreas, otras son más de cascajera, aquí son más arcillosas y mantienen más la humedad. Cada parte tiene su peculiaridad, dentro de la misma región, aunque ésta es pequeña.

V: ¿Cuál crees tú que es la cepa que mejor se ha adaptado al territorio?

M: La cepa por antonomasia es el tempranillo. Es la que mejor se ha adaptado ya sea por la climatología o por la producción, aunque tenemos otras variedades autóctonas como la graciano o la evolución del tempranillo, que no sólo es una uva tinta, sino que también hay una uva blanca propia de Rioja, así como la garnacha blanca.

Estructura geológica del suelo en una de las parcelas – Fuente vinummedia.com

V: Todo el vino lo elaboráis es con maceración carbónica menos el blanco. ¿Cómo es ese vino Blanco?

M: El segundo proyecto que hicimos el año pasado fue un vino blanco fermentado en barrica, haciéndolo con el mismo espíritu: no empeorar lo que ya nos viene del campo. Queríamos un vino con mucha estructura y mucha fruta, con un toque de madera, pero sin que se lo comiera. Hemos hecho un vino blanco, con bastante estructura y fruta, pero no es un vino joven porque ha pasado por madera. Tiene esa complejidad y esa mezcla de madera y de fruta.

V: ¿Pero el tinto sí que lo elaboráis con maceración carbónica?

M: El vino tinto lo elaboramos en maceración carbónica. Es decir, en la fermentación no separamos el grano del rapón y la fermentación se realiza dentro del grano, para que el vino sea muy afrutado y muy fácil de beber. “Este procedimiento enseñado por su padre lo han mejorado, porque han tenido más medios que él y lo han evolucionado.”

V: Vosotros mantenéis el pisado tradicional de la uva. ¿Cómo lo hacéis?

M: La peculiaridad que mantiene esta bodega es que justamente mantenemos el pisado tradicional de la uva. No sólo hacemos fermentación carbónica, que es la elaboración típica de Rioja Alavesa, si no que nosotros mantenemos el pisado: nos metemos dentro de los depósitos, vamos pisando poco a poco la uva, ¡que nuestro trabajo nos cuesta!

V: Conforme vais pisando, sacáis la parte ya pisada para seguir pisando más abajo ¿no?

M: Cuando nos metemos dentro del depósito, hacemos una especie de “corte longitudinal” a la mitad del depósito. Cuando pisas vas liberando líquidos y CO2, y hay que tener cuidado porque es un espacio donde no hay mucho oxígeno. Poco a poco vamos pisando y echando lo pisado en una mitad, sobre la otra, hasta que se llega al suelo del tanque, y se comienza a hacer los mismo con la otra mitad, hasta llegar al fondo.

Proceso de elaboración.

V: ¿Qué capacidad tienen estos tanques?

M: Son tanques de 30.000 l, que en capacidad de uva son 25.000 Kg.

V: ¿Tenéis algún sistema para que la persona que hay dentro del tanque no tenga problemas, por el problema del CO2?

M: Sí. Nosotros buscamos la seguridad. Cualquiera no puede meterse a hacer este tipo de trabajo. Tiene que ser una persona experimentada. Nosotros introducimos un extractor de CO2: saca el CO2 del tanque e introduce aire para que se pueda trabajar más cómodamente. Tomamos siempre la precaución de que haya una escalera cerca por si ocurriese cualquier imprevisto que pudiera salir.

V: Después del pisado de la uva, con lo que es la masa, los raspones y los racimos, me imagino que lo lleváis todo a una prensa, y hacéis un vino prensa.

M: Sí.

V: Con ese vino prensa, ¿qué hacéis?

M: Nosotros en la elaboración distinguimos tres tipos de vino: el primero, que le llamamos “vino de lágrima”, que es el sale sin que nadie haya intervenido, el primer vino que sale; el segundo vino, que nosotros llamamos “vino de corazón”, que es el sale al pisar la uva y es el de mejor calidad en este tipo de elaboración; y luego el “vino de prensa”, que es el que le aporta más estructura, más color. Dependiendo del tipo de vino que vayamos a elaborar, por ejemplo, si es un vino joven, llevará más porcentaje de vino de corazón que de prensa, o si es un vino de crianza, llevará más vino de prensa porque necesitamos más estructura para que aguante un año completo en barrica.

V: Respecto a la bodega y cómo veis vuestro futuro o el de vuestros vinos en el mercado. ¿tienes alguna idea para desarrollar, algún producto nuevo?

M: El año pasado hicimos la apuesta por hacer dos tipos de vinos nuevos: un vino de autor, de una finca con cepas de más de 80 años, un vino especial. Nos planteamos el reto de ver lo buenos que éramos elaborando vino, partiendo de una uva muy buena, a ver cómo podemos elaborarlo. Lo hicimos de la mejor forma posible, y luego nos planteamos darle un poco más de complejidad, y lo metimos en barrica. Pero no queríamos que la madera pudiera a esa uva tan buena. Durante 4 meses lo estuvimos catando y cuando llegó el momento justo con el toque de madera que queríamos aportarle, lo sacamos de las barricas. Por eso, no es un vino de crianza, pero es un vino que ha estado en madera. Tiene la complejidad de la madera, pero mantiene la fruta.

Viñas Bodegas Araico – Fuente vinummedia.com

V: O sea, sin tener el tostado total de la madera, sino que la madera le aporta la micro oxigenación, lo que necesita el vino para redondearse, dándole la estructura que vosotros queríais en el vino.

M: Eso es, queríamos esa complejidad, esa mezcla: un toque de madera pero que conservara mucho la fruta. No queríamos empeorar lo que ya venía del campo.

V: ¿Quiénes integran la familia de la bodega?

M: Esta bodega es familiar, comenzó con mi abuelo, que tenía 8 hijos, y tres de ellos son los que hicieron la empresa. Dos de ellos, mis tíos, ya se jubilaron, y ya ha pasado a mi generación. Mi padre nos tiene a mi hermana y a mí que somos los que hemos entrado en la bodega: mi hermana se encarga de la administración y yo me encargo de la bodega, mis primos son los que trabajan en el campo…toda la familia interviene en el proceso

V: ¿Cuál es el nombre del enólogo?

M: Fernando Badillo. Es de aquí, de la zona.

Iñigo Celarain Barriuso, Vinumvitis Carlos, Julián Martínez de Cañas, Juan Miguel Martínez de Cañas, Natalia Arnal y Francisco Orós. Foto realizada durante la cata – Fuente vinummedia.com

V: ¿Alguien más colabora con vosotros?

M: En la parte comercial nos ayuda Íñigo Celarain Barriuso, que como el enólogo, que no son familia, les consideramos como si fueran de la familia. Al final se mezcla familia y trabajo y es todo uno.

V: ¿Qué haces en tu tiempo libre?

M: En mi tiempo libre suelo pasarlo con mis amigos, ya sea jugando algún partido de baloncesto, visitando alguna bodega y catando algún vino o simplemente disfrutando de una cena en buena compañía.

Nota de Cata perfilada por Francisco Orós:  

Bodegas Araico. Villabuena de Alava. 36 hectáreas de viñedo propio. Vendimia manual a mediados del mes de octubre.

Variedad dominante es la Tempranillo, acompañada de Garnacha, Viura y probablemente algo de Graciano y Mazuelo.

Elaboración de vinos tintos mediante fermentación por el método de «maceración carbónica», racimos enteros sin despalillar. «Vino de lágrima», pisado artesanal («vino corazón»), prensado suave de la pasta («vino de prensa»). Coupage de los tres tipos de vino según criterio de la bodega, fermentación maloláctica en deposito de acero inoxidable con temperatura controlada. Estabilización natural por sedimentación.

Vinos Catados – Fuente vinummedia.com

ARAICO BLANCO JOVEN:

Viura y Malvasía (75-25). Sin crianza. Amarillo dorado, limpio y brillante. Manzana amarilla, heno y hierba recién cortada. Vivaz y fresco. Untuoso en boca, de acidez media. Persistente, largo. Postgusto ligeramente amargo. Más que correcto.

ARAICO BLANCO BARRICA:

100% Viura. Rendimiento 6000kg/ha. Producción anual 1000 botellas. Fermentado en barrica nueva de roble francés de grano fino. Tiempo de crianza variable, a criterio del enólogo, según impresiones de cata realizadas aproximadamente cada 6 semanas. Curiosas diferencias de evolución de una barrica a otra. Visualmente es de color amarillo dorado de capa alta. Recuerdos de ebanistería y bollería. Mantequilla y pan tostado. Algo carente de estructura en boca, lo esperábamos más voluminoso. Graso, sedoso, elegante y persistente. Tapiza la boca con cariño. Magnífica evolución en copa, aflorando aromas a gominola de melocotón y orejones. Delicioso.

ARAICO TINTO JOVEN:

Tempranillo y Viura (90-10). Rojo cereza de capa media con ribete violáceo. Fase nasal rica en frutas rojas, azúcar quemado y regaliz rojo. Maceración carbónica en estado puro. En boca resulta agradable, de estructura media y alegre discurrir, vino «de trago largo». Notable acidez que le aporta frescura y equilibra su nada desdeñable contenido alcohólico. Persistencia media y postgusto sutilmente amargo. Perfecto para acompañar un almuerzo.

ARAICO TINTO DE AUTOR:

100% Tempranillo procedente de un viñedo de más de 80 años de edad con baja producción, menos de 4000kg por hectárea. Crianza en barrica nueva durante 4 meses. Fruta roja y negra en nariz, suaves tostados y algún especiado. Café con leche y chocolate. Sedoso en boca, nada astringente, perfectamente redondo y equilibrado, nada le sobra y nada le falta. Sensacional este «semicrianza», categoría no reconocida por el Consejo regulador, que obliga a ser etiquetado como «vino de autor» y con la precinta del año de vendimia. Otro detalle acerca del que debería reflexionar la DOc. Rioja.

ARAICO CRIANZA:

Tempranillo y Garnacha (90-10). Permanencia mínima 12 meses en barrica de roble francés y americano. Picota de capa media-baja con menisco granate. Fruta roja y negra en compota, torrefactos y especias (pimienta, clavo). Recuerdos de incienso y coco. Tuvimos la oportunidad de catar el Crianza 2013 y el Crianza 2014. Final muy persistente y con más terciarios en el 2013, por el contrario, el 2014 resultó mucho más vivo y sabroso, más juvenil y lógicamente menos evolucionado. Interesantes ambos.

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