Las crisis no son solo económicas, son éticas y Morales. Y no me refiero solo a un apellido, si alguien no agarró el chiste que vuelva a leer lo anterior. Le he estado dando vueltas al planteamiento que se hace todo el orbe del mundo del vino. Desde elaboradores, prescriptores, sommeliers, periodistas y comerciales de todos los ámbitos. ¿Por qué no se consume más vino?
Hay que tener en cuenta que yo puedo exponer mi opinión, solo los iluminados tienen la verdad. Por lo tanto, no soy un bendecido ni tengo el estudio de la situación hecho para decir que esto que planteo es auténtico. Solo es una parte de la realidad, sin una gráfica, que nos gustan tanto, para poder mostrarlo. Solo he realizado un bosquejo con reflexiones internas.
Hay numerosos puristas con mucho padrino ligado al mundo del vino y también hay una elite que solo habla de, ¿cómo llamarlo? o mejor ¿cómo llamarían ustedes a esas personas que en vez de acercar a la gente al mundo del vino la alejan? En la historia ha habido de todo, desde el vino que bebían los soldados romanos, pasando por la última cena hasta un copa de vino en el bar de la esquina con los amigos o en una mesa de un restaurante de gran lujo. Hay además vinos que se sirven en algunas catas en grandes mansiones de famosos donde se abren botellas de cientos o, incluso de miles de euros.
Este hecho es como un imán para algunas personas, y me imagino que mucha gente se pregunta ¿por qué yo no puedo vivir eso? Es lo que ofrecemos y damos a entender desde el mundo del vino: lujo, glamour, “pour la galerie”, pero de verdad ¿qué tiene que ver esto con la gente de a pie? Hacemos catas, explicando detalles etéreos del vino, pero no somos capaces de transmitirlo a los jóvenes.
«Bebed vino y ser felices», tan sólo una quinta parte de la población joven de entre 25 y 35 años tiene por costumbre beber vino de forma habitual. Más de la mitad de la juventud se considera consumidores esporádicos de esta bebida y casi un tercio la rechazan, siendo los jóvenes de 28 años en adelante los que beben vino de forma frecuente. Casi un 24 por ciento de los jóvenes entre 18 y 35 años dicen no consumir vino por que creen que pertenece a un entorno refinado, artificioso y esnob. (Estudio realizado por encargo de la Denominación de Origen Rioja, dentro del proyecto “Rioja Pasión”)
Está muy bien que se profesionalice el sector con más sommeliers, blogueros y periodistas especializados en el tema, pero los concursos de vinos son por y para los profesionales. Y entonces, cuando queremos atraer a los jóvenes al vino ¿qué hacemos? Si queremos que el consumo suba debemos llegar a todos y tener claro que el lujo y el glamour están muy bien y es cierto que invita algunos productos a vender más caro, es la ley de la oferta y la demanda.
Las redes sociales, los blogs y los prescriptores hacen hoy día posible que el vino llegue a todos los extractos de la sociedad y ¿porque seguimos vendiendo un lujo que solo algunos agraciados pueden pagar? La reflexión es sencilla, ¿queremos hacer que el vino siga siendo un lujo? o ¿queremos que sea lo que tiene que ser «un alimento bueno que tiene muchos beneficios para la salud»? Y ¿cómo hacemos para llegar a más gente y que se sienta cómoda pidiendo una copa de vino?
Estas tres preguntas tienen una respuesta desde la visión de los jóvenes ya que ellos también viven en un mundo cambiante. Tenemos la suerte de estar rodeados de esos jóvenes, pero nuestra poca perspectiva nos hace mirar para otro lado, mientras son ellos los que nos sucederán en todo. ¡No somos humildes! Esta es la realidad y hay que cambiar la fórmula y dejaros de mirar vuestro ombligo como si fuera el centro del viñedo.
Cientos de personas acuden a celebrar los éxitos de las “garnachas de oro” de la Denominación de Origen Protegida Campo de Borja. ¡Y ya van 15!
El boca a boca y el creciente interés por los vinos de garnacha del Campo de Borja hacen que cada edición de la Muestra de Garnachas, que organiza la Denominación de Origen Protegida Campo de Borja, en el Museo de Zaragoza, se supere a sí misma.
Así ha ocurrido en su decimoquinta edición, que ha congregado en el patio del museo a cientos de profesionales de la vitivinicultura, periodistas especializados, hosteleros, aficionados al vino e invitados especiales como las asociaciones de sumilleres de Madrid y de Aragón o los consejos reguladores de Somontano y Ribera del Duero, en una multitudinaria jornada, en la que el tiempo ha acompañado.
La muestra que, según Eduardo Ibáñez, presidente del Consejo Regulador de la
Denominación de Origen Campo de Borja, es “el eje de todas las actividades de
promoción que organiza la denominación a lo largo del año”, ha arrancado a las 11 de
la mañana con la rueda de prensa y la presentación del Calvario, cuadro del siglo XV,
cuya restauración ha sido patrocinada por el CRDO Campo de Borja, “en
agradecimiento al Museo de Zaragoza por cedernos este magnífico espacio”, según
cuenta José Ignacio Gracia, secretario del CRDO.
El anfitrión, el director del Museo de Zaragoza, Isidro Aguilera, ha destacado el
estrecho vínculo existente entre la cultura y el vino “como se puede apreciar en
muchas obras que tenemos en este museo”. El presidente de la DOP Campo de Borja,
Eduardo Ibáñez, en esa línea, ha justificado el marco elegido por cuarto año
consecutivo porque “en las garnachas hay mucho arte”.
Ibáñez se ha felicitado por un año de éxitos, ya que la DOP Campo de Borja acaba de
traer del concurso Garnachas del Mundo, celebrado en Perpiñán en el mes de abril, 12
oros y 4 platas, además de haber batido, en 2018, su récord de producción y de
botellas de vino vendidas. “Garnachas en el Museo”, al igual que la denominación,
también ha batido su propio récord de asistencia en su decimoquinta edición.
Philipe Bourrier, presidente del Conseil Interprofessionnel de Vins du Roussillon, zona vitivinícola invitada, por haber sido la sede de la última edición del concurso Garnachas del Mundo, ha situado a la garnacha en el centro de “un triángulo formado por patrimonio, historia y cultura” y ha destacado la importancia del concurso Garnachas del Mundo “como escaparate de la variedad y de los territorios que la producen, entre los cuales Aragón es muy importante”
Por último, Joaquín Olona, consejero de Desarrollo Rural y Sostenibilidad del Gobierno
de Aragón ha agradecido a la DOP Campo de Borja su “autoexigencia, su
profesionalidad y su apuesta por la promoción, la calidad y la internacionalización”.
Bodegas y catas: Las nueve bodegas de la DOP Campo de Borja participantes: Ainzón, Alto Moncayo, Aragonesas, Bordejé, Borsao, Pagos del Moncayo, Picos, Román y Ruberte, además de la invitada especial, Vins du Rousillón, han dado a catar sus “garnachas de oro” en los stands dispuestos en el claustro del museo, pero además, a lo largo de la jornada han ido organizando catas dirigidas, en el “Garnacha Wine Bar” preparado para la ocasión, cada media hora. Guiadas por sus respectivos enólogos, las nueve catas han colgado el cartel de “completo”.
VC. Cuál es su nombre, dónde estamos ubicados, cuánto hace que tiene la bodega,
quién la inició. Cuénteme su historia. EF. Mi nombre es Pantaleón Enrique Falcón Cabrera, estamos ubicados en la Vega de San Mateo y la bodega la comencé después de que mis padres fallecieron, aunque ellos ya elaboraban vino antiguamente.
VC. ¿Ellos elaboraban ya vino para consumo propio, o también vendían? EF. Sí, para ellos y antes se podía vender algo a granel. Cualquiera que venía se podía
llevar vino. Ahora la hemos legalizado para poder vender comercialmente.
VC. Por cierto, han conseguido la certificación ecológica, o biodinámica. EF. Sí
VC. Esto es un trabajo muy complicado, ¿cómo lo han hecho? EF. Lanzamos la solicitud, cursamos la documentación correspondiente que nos
solicitaron, y bueno, nos la han dado.
VC. O sea, que no utilizáis nada más allá del poquito de sulfitos que necesitaría el vino,
y un poco de azufre en la viña. EF. Sí, bueno, el sulfito, lo que marca la ley: un 0,5%. Es lo único que le tenemos que
poner obligados por la ley. Pero de lo demás nada absolutamente. De lo que es el azufre
que nos autorizan a poner en la viña…
VC. ¿Me ha comentado que muchas de las viñas vinieron de Cuba? EF. Sí.
VC. Supongo que fueron esquejes que trajeron los emigrantes que se fueron a Cuba y
que luego regresaron a Canarias. EF. Efectivamente. Estas viñas están sobre los 100 años, de cuando España tenía a
Cuba. Cuando España se retiró de Cuba, los canarios que volvieron se trajeron viñas, y se
las dieron a mis abuelos. Mis abuelos se las dieron a mi padre y mi padre las plantó en
esta zona.
VC. ¿Ud. recuerda las variedades que tiene plantadas en esta viña? EF. Ahora mismo tenemos “listán negro”, no sé si hay alguna cepa de malvasía…
VC. Vino blanco no elaboran, ¿no? EF. No, vino blanco, no, de momento.
VC. Utilizan la malvasía igualmente para vinificar. EF. Bueno, el año que viene utilizaremos algo de vino blanco. Pero hasta ahora no,
porque hemos comenzado hace un par de años, más o menos, a elaborar estos vinos.
VC. A cuántos metros de altitud estamos aquí. EF. A 1.700 metros
VC. Podría decirse que este es un viñedo de altura. EF. Claro, por supuesto.
VC. ¿Qué clima tienen en esta zona? ¿Les llega mucho el frío y la nieve? ¿El viento
mantiene la sanidad de las viñas? EF. Hay variación, pero normalmente el clima es muy bueno en esta zona. Cuando hay
uva, el sol desde que sale hasta que se pone le está dando continuamente al fruto.
VC. ¿Cuál es la diferencia térmica que tiene entre noche y día? EF. El día es bastante caluroso, y la noche es fría.
VC. O sea, que las plantas resisten bastante. EF. Bueno, en parte pueden sufrir algo. Es bueno que tengan que sufrir algo, porque así
los microorganismos no entran.
VC. En la bodega están Ud. y su señora, Margarita. EF. Sí, de momento estamos los dos.
VC. Y su hermano, que ayuda. EF. Sí, y mi hermano que nos ayuda.
VC. ¿Hay alguna historia que recuerde en particular de las viñas, de su abuelo, de su
padre? Algo que le hayan contado de cuando ellos elaboraban vino, cómo ha cambiado
el proceso de vinificación, el proceso de plantación…alguna historia que Ud. recuerde
de cuando era pequeño. EF. Bueno, el proceso es que antes se plantaban las cepas a mano, con un zacho, y
ahora ya se plantan con un barreno.
VC. El problema aquí es la piedra, que para introducir el esqueje… ¿tienen sitio para
introducir el esqueje o tienen que ir con un barreno? EF. No, vamos con un barreno directamente y se mete la planta allí.
VC. Y antiguamente, ¿cómo se hacía? EF. Pues con un zacho.
VC. ¿Qué es un zacho? EF. Una azada se abría a un metro o metro y medio de profundidad y allí se plantaba la
planta.
VC. Veo que está todo plantado en vaso. Que tiene muy poco plantado en espaldera. EF. Sí, las 30.000 plantas que hay ahora mismo cubren el terreno.
VC. El vino representa no solamente su cultura, sino también su forma de vida, ¿no? EF. Por supuesto, claro.
VC. Uds. han apostado muy fuerte por este proyecto, tanto su mujer como Ud. EF. Sí, porque no queremos que esta plantación se pierdan, o terminen arrancándose. Ya
que estamos en esta situación, tenemos que seguir adelante.
VC. Le agradezco mucho la entrevista, y espero que tenga suerte en el futuro y pueda
concretar todos aquellos sueños que tiene. EF. Muchas gracias y espero que todos sigan adelante, y espero verle en otra ocasión.
La lectura de este singular libro ha supuesto un placer y un reto. Un placer, por la rica información que contiene, y un reto, por despertar en mí, como lector, muchos puntos de investigación y estudio. No se trata de un libro que deja indiferente, es más bien un libro que abre vías de estudio e investigación para los aficionados a la gastronomía.
Según reza una de las acepciones del Diccionario de la Real Academia de la Lengua, “hito” es aquella “persona, cosa o hecho clave y fundamental dentro de un ámbito o contexto”. En el libro en cuestión, el ámbito aplicado es el hecho gastronómico que se desarrolló entorno a los bares y restaurantes.
Los libros de historia (de todos los campos, países, épocas,) desarrollan un relato que, partiendo de una recopilación de diversos hitos y datos, están influenciados por la ideología y/o gustos del autor. La novedosa y sobria presentación por la que se han inclinado al redactar el presente libro pretende que cada lector se vaya creando su itinerario a lo largo de la historia.
Modo de lectura: Este rico listado de hitos cuenta con numerosas referencias a lugares, bares, restaurantes, libros…. el lector puede optar por una lectura de seguido o, más tranquilamente, profundizando en las diversas referencias que surjan y le motiven. Ciertamente, su lectura le provocará a ampliar los conocimientos que los hitos le acercan.
Uno de los hitos que más me han gustado es el siguiente. “En 1750 se cierran las cocinas aristocráticas francesas al producirse la emigración de la nobleza de este país por los próximos sucesos políticos. Este cierre propició la “liberación” de restauradores pudiendo éstos establecerse en sus propios establecimientos. La formación exquisita de estos restauradores ha sido el germen de la reputada cocina francesa. Se realizó partiendo de la élite de la sociedad.
Los fundadores de la Nueva Cocina Vasca, capitaneados por Luis Irizar y Juan Mari Arzak se acercaron a la cocina francesa para beber de la fuente surgida y evolucionada de este hito de 1750. Tomando como base la refinada cocina francesa, los fundadores de la Nueva Cocina revisaron, actualizaron nuestra tradición culinaria, guardando siempre su espíritu”. Esta es la prueba evidente de que una única referencia, un único hito puede ser el germen de un intenso, prolongado y rico estudio.
En la mayoría de los casos, al llegar a la conclusión de un libro, el lector suele tener la sensación del deber cumplido, del conocimiento adquirido. Según nos indican los autores, estarían encantados que además de lo anterior hubiesen despertado el lector la necesidad de ampliar el conocimiento sobre los hitos que más le hayan sorprendido, ilusionado, gustado, …los grandes cocineros, gastrónomos, establecimientos, productos, nuevas tecnologías, redes sociales…. todos están a la espera de sus futuras pesquisas y este libro puede ser el camino más rápido para llegar a esos nichos del conocimiento. Desean suerte y “buen viaje” al intrépido investigador.
José María Puyuelo
Para leer el libro, pulse en el siguiente enlace:LIBRO
Resulta curioso que hayamos tenido que esperar tantos años para poder disfrutar en tierras aragonesas de un evento tan interesante como Experiencia Verema. La envidia nos corroe cuando leemos cada año las nuevas sedes que se iban incorporando y observábamos con incredulidad -conste que sin ninguna animadversión por nuestra parte- que ciudades como Bilbao, Alicante o Marbella eran las elegidas para incluirse en este consolidado road-show enológico, quedando Zaragoza año tras año relegada al papel de eterno aspirante, una provincia que cuenta con tres Denominaciones de Origen (Cariñena, Calatayud y Campo de Borja) a las que podríamos añadir la oscense DO. Somontano, nada menos que cuatro DOs en una misma y humilde comunidad autónoma.
Por fin en este año 2018 se ha hecho justicia y el primer día del mes de Octubre se celebró en los amplios y luminosos salones del Hotel Reina Petronila la 1ª Experiencia Verema en la capital del Ebro. El proceso de inscripción lo realizamos on line sin ningún tipo de dificultad, tanto para obtener la entrada para el showroom como para conseguir plaza en las catas profesionales. La información acerca de las bodegas expositoras, los horarios y las normas de funcionamiento de la feria pudimos igualmente extraerlo de la web de Verema, mecanismo ágil y eficaz, casi imposible de mejorar. El control de acceso, la entrega de acreditaciones y copas, el servicio durante las catas, la infraestructura en los salones (mesas, servilletas, agua, escupideras), resultó absolutamente impecable. Nuestra más sincera enhorabuena a la organización. Se programaron tres catas profesionales (Rueda, Campo de Borja y Calatayud). Por motivos de horario, sólo pudimos asistir a las dos últimas, protagonizadas por vinos que en su mayor parte ya conocíamos. Nos hubiera gustado poder asistir a la primera, buscando quizás ese detalle diferenciador entre los verdejos vallisoletanos -aunque lo encontraríamos más tarde en uno de los stands- pero nos fue imposible. Hubiéramos preferido la realización de catas de vinos menos conocidos (Jerez, Arribes de Duero, Ribeira Sacra, Montsant, Extremadura) aunque las protagonizadas por las DO. Campo de Borja y Calatayud resultaron francamente didácticas y placenteras.
En la actualidad, la DO. Campo de Borja está inmersa en un interesante proyecto de zonificación de su territorio que ha sido bautizado como «Alma de Terroir». Con la colaboración de la Universidad de Zaragoza y la Politécnica de Madrid, desde el año 2012 se persigue la calificación de las tres subzonas históricas (alta, media y baja) mediante la búsqueda de esas diferencias edafológicas y orográficas que tengan traslación a las características organolépticas del vino. Las pruebas realizadas en campo han obtenido su correspondiente refrendo en laboratorio y ese es el modo en que se ha conseguido una clasificación en cinco diferentes unidades de terroir (UT) numeradas del 1 al 5, repartidas en distintas zonas geográficas desde la ribera del Ebro hasta las faldas del Moncayo. Así lo explicó José Ignacio Gracia, secretario del consejo regulador, en una amena presentación que precedió a la cata de ocho vinos monovarietales de Garnacha con muy diferentes formas de expresión. Los vinos correspondientes a añadas más cercanas -2015 y 2016- mostraron predominio de fruta roja acompañada de las correspondientes notas de crianza según el criterio de cada elaborador (tamaño de barrica, grado de tostado, número de usos, etc). No obstante, observamos cierta tendencia a elaborar vinos menos opulentos, ligeramente adelgazados si los comparamos con añadas previas, muy divertidos en fase olfativa, tal vez en un intento comercial de ensanchar la cuota de mercado, siguiendo la tendencia actual de menor extracción y menos presencia de las notas de crianza. El futuro ya está aquí…
Para quien no la conozca, diremos que la comarca de Calatayud es una salvaje sucesión de barrancos, secos durante la mayor parte del año, que se desgajan desde montes que en ocasiones superan holgadamente los 1000 metros de altitud. Esta orografía violenta influye, como es lógico en los suelos y por lo tanto, también en el viñedo mayoritariamente integrado por Garnacha. En las partes más bajas, donde los nutrientes han sido arrastrados por el agua durante su filtración, las vides crecen y fructifican con generosidad. Sin embargo, en las crestas erosionadas y descarnadas durante decenios de baja pluviometría estival y severas heladas invernales, en esos suelos sin sustrato donde aflora la roca madre y la pizarra, sobreviven las viñas más viejas hundiendo las raíces en pos de su alimento. Son los «viñedos extremos» de los que habla la publicidad del Consejo Regulador de la DO. Calatayud, viñedos de escasa producción, avanzada edad y gran calidad. La reciente decisión de ampliar los límites de la DO para acoger municipios cercanos a la comarca de Daroca permitirá sumar no pocas hectáreas de viña vieja. Así como en otras ocasiones hemos comparado el Matarraña con la Toscana, sin duda la comarca de Calatayud podría considerarse el Priorat aragonés. La cata contó con la valiosa dirección del turolense Raúl Igual, mejor sumiller de España 2010 y propietario del Restaurante Yain, quien desgranó todos y cada uno de los detalles de un total de ocho vinos de la DO. Calatayud, siete de ellos monovarietales de Garnacha (un octavo vino incorporaba Tempranillo y salió ligeramente penalizado por ello). Las añadas 2015 y 2016 se nos antojaron muy correctas, con escasas diferencias entre todos ellos, quizás con una excesiva homogeneidad entre bodegas, siguiendo todas ellas el patrón de crianza cariñosa y poco invasiva, muy de moda en la actualidad, tan respetuosa con la fruta como insuficiente para pulir astringencia y taninos, lo cual perjudica a las garnachas bilbilitanas -en general de hollejo más grueso- si se las compara con las de Campo de Borja. En cualquier caso, resultó una cata técnica a la vez que entretenida.
En cuanto al showroom, a decir verdad, esperábamos algo más… Para el público venido de fuera de Zaragoza con certeza resultó interesante la presencia de cinco bodegas aragonesas, sobradamente conocidas por nosotros y cuyos stands por tanto no fueron de nuestro interés. Algo parecido nos sucedió con las bodegas pertenecientes a DOc. Rioja y DO. Ribera del Duero, elaboradoras todas ellas de vinos de gran calidad e impecable factura, aunque alejados de lo que andaban persiguiendo nuestros inquietos espíritus. Buscábamos cosas curiosas e incluso extrañas y con sinceridad nos costó encontrarlas. Por costumbre solemos comenzar catando algún vino con burbujas, de modo que nos acercamos al stand de Viñedos Balmoral elaboradores de vinos tranquilos y espumosos bajo la dirección técnica del enólogo francés Hervé Jestin en tierras manchegas. La línea Maravides engloba tres tintos y un blanco, sin embargo nuestra atención la captó su marca Edoné que incluye dos espumosos blancos y uno rosado. Crianza mínima de 24 meses en botella que se prolonga hasta 40 meses en el Edoné Gran Cuvée (Chardonnay y Pinot Noir) el más «afrancesado» de los tres, cremoso y elegante sin excesiva acidez, graso y untuoso favorecido sin duda por la crianza en roble francés de parte del vino base antes de ser embotellado para realizar la segunda fermentación. No probamos el Edoné Cuvée de María (Chardonnay) pero sí el Gran Cuvée Rosé (Tempranillo y Syrah), alegre, vivaz, divertido y muy refrescante, aunque algo menos gastronómico.
Continuamos nuestro recorrido en busca de burbujas, y en ese chispeante devenir resulta imperativo hacer escala en alguna bodega de Sant Sadurní d´Anoia. La impresionante imagen de sus botellas nos hizo detenernos en el stand de Montesquius, bodega que precisamente este año cumple un siglo de vida, elaboradora de vinos tranquilos, aunque destaca por encima de todo, con la elaboración de sus cavas. Vitivinicultura ancestral -tal y como describe en su imagen corporativa- que no puede estar equivocada, por algo lleva un siglo aplicándose con éxito. Emplean prácticamente todas las variedades autorizadas por la DO. Cava, y la gama Montesquius 1918 conmemorativa del aniversario de la bodega, aúna calidad y trabajo bien hecho: selección en viñedo, cuidada elaboración de los vinos base y largas crianzas en botella. Se denominan como «Brut Nature Natural» porque no se realiza adición de azúcar en el licor de expedición, son cavas de siempre hechos con la tecnología de ahora. Particularmente nos enamoró el Rosé Doré Gran Reserva (Pinot Noir y Chardonnay), con mucha más personalidad que su hermano el Blanc de Blancs Gran Reserva (Xarel-lo y Macabeo), ambos cremosos y untuosos, con la burbuja fina e integrada hasta casi pasar desapercibida. Dos obras maestras embotelladas.
Cambiamos de tercio visitando el stand de Dehesa del Carrizal, bodega de Castilla-La Mancha ubicada entre las cuencas del Tajo y del Guadiana que, precedida por su fama y su calificación como vinos de pago, hace tiempo que estábamos persiguiendo. Viñedos de edad media sobre suelos silíceos, plantación en espaldera, crianza en roble francés y variedades internacionales (aunque tampoco falta esa Tempranillo autóctona tan nuestra) son sin duda garantía de éxito comercial. Catamos sus tres tintos monovarietales, de imponente presentación en botella borgoñona casi negra de gran calidad y etiqueta sobria. Potente y muy gastronómico el Cabernet Sauvignon, un vino enorme de principio a fin, difícil de evaluar en cata sin el respaldo de algo de comida. Resultó más accesible el Syrah, menos voluminoso que el anterior, sabroso y especiado, a priori nuestro favorito. Sin embargo fue el Petit Verdot el ganador en esta rápida cata comparada, particularmente por su refrescante nariz, una explosión de hierbas aromáticas (tomillo, lavanda, espliego) y regaliz que dio paso a una boca llena de sabor frutal y sensaciones minerales. Sin duda uno de los mejores Petit Verdot que hayamos probado jamás.
Se aproximaba la hora de cierre de la Experiencia Verema y continuamos sin encontrar ese vino sorprendente y distinto que nos robará el corazón. Deambulando entre los stands, sin rumbo fijo, llegó a nuestros oídos una valiosa información gracias a un amigo. «Si buscas algo verdaderamente peculiar, prueba este vino», nos dijo murmurando, casi avergonzado. Obedientes, nos acercamos al stand de Bodega Tres Pilares (La Seca-Valladolid) y pedimos una copa de Cissus. En realidad no sabemos muy bien qué hacía ese vino allí, porque nuestras investigaciones posteriores nos han llevado a averiguar que está elaborado por Bodega Dominio del Blanco, un pequeño y joven proyecto dedicado íntegramente a la Verdejo. Y de un monovarietal de Verdejo se trataba, una rareza limitada a 350 botellas bajo crianza oxidativa, nada menos que 30 meses de permanencia en barrica de roble francés sin battonage ni rellenados. Ese largo, casi eterno, periodo de crianza se traduce en un tercio de mermas en volumen. Por si fuera poco, se completa el redondeo con 8 meses más en botella. Corcho natural y cierre de lacre para que ni una molécula aromática se escape. El resultado es pura magia, un vino sorprendente que recuerda a Jerez, a Montilla-Moriles y a los blancos del Jura. Visualmente de un amarillo intenso, en nariz es un espectáculo de cáscara de frutas blancas desecadas, infusión de manzanilla con anís, recuerdos yodados, aromas fermentativos y frutos secos. Cuerpo medio y alcohol presente. Difícil de clasificar y todavía más difícil de armonizar con comida. Raro, único y diferente. Al consumidor medio probablemente le resultará incómodo. En cambio, a los winelovers como nosotros, nos pareció fascinante… Porque este es el fin último de las ferias como Experiencia Verema, dar a conocer productos diferenciadores, vinos originales y poco habituales, y para ello es fundamental el concurso de bodegas y productores. De sobras es sabido lo que cuesta en tiempo y en dinero para un pequeño elaborador participar en eventos a cientos de kilómetros de sus viñedos y de sus tanques de fermentación, más todavía si el calendario de vendimia apremia como fue en este caso, pero los consumidores y aficionados sabemos valorarlo.
Sirvan estas líneas como reconocimiento al esfuerzo de las bodegas expositoras, a las Denominaciones de Origen participantes y a la organización de Verema.
Reino Unido es el principal país importador de vinos de Campo de Borja, situación impulsada por el enorme interés de los consumidores británicos por la garnacha, variedad de la que Campo de Borja es máxima referencia a nivel mundial.
La D.O.P Campo de Borja promociona sus afamados vinos de garnacha en colaboración con ICEX-LONDRES, en el marco del programa PDR del Gobierno de Aragón. El programa consta de 4 acciones destacadas, dos de las cuales ya se han realizado los pasados 5 de marzo y 16 de julio.
El 5 de marzo, en el marco de WINES FROM SPAIN, se celebró una presentación en el Sky Garden y cata realizada por Sarah Jane Evans MW.
El pasado lunes, 16 de julio, el Instituto WSET de Londres (el más importante del mundo) que imparte a lo largo del año formación sobre vinos y espirituosos a más de 85.000 alumnos en sus diversos cursos, fue el escenario donde se realizó la presentación de “Alma de Terroir” (el Proyecto Los Terroir de la Garnacha en la D.O.P. Campo de Borja). La presentación y la cata que siguió fue realizada por el zaragozanoJorge Orte Tudela (WSET Certified Educator), que seleccionó los vinos de la cata clasificándolos por zonas de la D.O.P. Campo de Borja (baja, media y alta) y dio las claves del porqué la garnacha de Campo de Borja está triunfando en Reino Unido.
La próxima cita es del 9 al 11 de septiembre. Se va a celebrar la MISIÓN INVERSA “THEWINE MERCHANT”, en la que 8 miembros de la Asociación de Comercios Especializados en Vinos del Reino Unido, que agrupa a 861 tiendas especializadas, realizarán en territorio Campo de Borja un programa de catas y visitas a viñedos y bodegas.
Y para poner el broche de oro a las acciones en Reino Unido, el próximo 12 deoctubre, en la Embajada de España en Londres, la D.O.P Campo de Borja patrocinaráLA FIESTA DE LA HISPANIDAD en la que alrededor de 450 ilustres invitados tendrán oportunidad de degustar una selección de vinos de garnacha de las bodegas de Campo de Borja.
Con estas acciones de promoción la D.O.P Campo de Borja persigue potenciar su posición de privilegio en los mercados de todo el mundo y afianzar su fama internacional como “El Imperio de la Garnacha”.
A pesar de ser una bebida clásica en el mejor de los sentidos de la palabra, el vino no escapa a la moda. Aunque las “modas” en vino son, por lo general, menos efímeras que otras.
Cada vez que me pongo a analizar las tendencias en el vino, un ejercicio que hago por lo menos una vez al año, suelo pensar que son tendencias con raíces muy profundas. En realidad, y salvo excepciones innovadoras como lo fue el vino azul hace unos pocos años, lo que pasa en el vino -la mayoría de las veces- es que se “reviven” prácticas, usos o tipos de vino que habían sido dejado de lado.
Son modas, además, que se van afianzando poco a poco y que suelen durar mas de un año, a veces mucho mas. Y para confirmar lo dicho, miren un poco mi lista de tendencias mas reciente:
– Los vinos rosados, tantos años ignorados, vuelven a tomar fuerza. Y no los rosados intensos, sino los de color claro, que dan esa sensación de frescura y levedad, ganan poco a poco un lugar importante en el mercado, especialmente entre los jóvenes.
– Los vinos naturales, ecológicos o biodinámicos, conquistan a los consumidores. Una tendencia que ya lleva años, y que logra imponerse al alcanzar estos vinos una calidad singular.
– Las técnicas y los productos ancestrales: vinos espumosos con una sola fermentación (método ancestral), es el que lleva el nombre.
Pero también resucitan recipientes ancestrales, como pasó hace un tiempo con los toneles de roble y ahora con las tinajas de barro; y vinos especiales como los vinos de Jerez, los Ripasso y otros productos “exóticos”, aunque sean muy conocidos en sus regiones originales, asoman:
– Los vinos novedosos: el vino azul, discutido pero sin duda novedoso, y otros que vendrán a acompañarlo.
– Las cepas “raras” en el mundo: el Malbec triunfa en mercados como el norteamericano; ¿el Tannat seguirá ese camino?
– El vino por copa, no solo en los bares sino también en los restaurantes: Es una tendencia casi impuesta por las limitaciones al consumo de alcohol en diferentes lugares, y logra algo que debió suceder hace años: en la mayoría de los restaurantes, bares y otros comercios, el vino se puede beber por copa.
Esto no solo permite beber menos, también permite que beba una persona sola sin comprar una botella, y que se pueda pedir una copa de un vino con la entrada y otra diferente con el plato principal, o que varias personas que comen juntas puedan maridar sus diferentes platos. Y además favorece un lugar que el vino ocupaba cada vez menos: el del aperitivo. ¿Qué nos traerá el futuro? ¿Cavas manejadas electrónicamente (ya hay algunas)? ¿Volveremos al consumo masivo y popular del vino rosado? ¿Habrá otros colores de vinos? El futuro lo dirá.
La Asamblea anual de UAES del 2018 se ha llevado a cabo en Las Palmas y ha sido patrocinada por el Cabildo de Gran Canaria.
El cometido era llevar a cabo la votación para la reelección del presidente de UAES y los 10 miembros del Comité Técnico, que llevarán a cabo el trabajo de elaborar las reglas que regirán los Concursos Nacionales de los próximos 4 años. Fue reelegido como presidente, D. Pablo Martín.
Se ha determinado una Comisión de Formación, que se ocupará de coordinar los cursos de la OIV y todo lo relevante a los certificados profesionales.
Se han creado 3 Seminarios formativos, en los que podrán participar 25 sumilleres de las diferentes provincias españolas. Se convocarán teniendo en consideración las diferentes Denominaciones de Origen españolas. Los ganadores, de cada uno de ellos, serán los finalistas del Campeonato Nacional de cada año, que lucharán por el tan deseado título de Campeón Mundial.
Para fomentar las Asociaciones e impulsar su desarrollo y trabajo, se ha creado una Comisión de Relaciones, que dará transparencia a la labor que realizan los sumilleres en cada una de las provincias españolas, que incrementará sus actividades y motivará el intercambio de experiencias.
La Asamblea ha propuesto a la Junta Directiva que se hagan las gestiones necesarias para que, en el año 2021, se traiga La Asamblea de Sumilleres Internacionales a España. Ésta se llevaría a cabo en las zonas vitivinícolas españolas más relevantes, como son: Rioja, Rivera del Duero o Jerez.
Los Masters of Wine asistentes disfrutaron el pasado viernes de una cata vertical de añadas seleccionadas desde 1955.
Desde el día 14 y hasta el 17 de junio ha tenido lugar en Logroño el IX Simposio de Masters of Wine, que por primera vez ha sido celebrado en España. Dentro de este marco, y aprovechando que algunos de los mayores expertos mundiales se encontraban en nuestro país, Bodegas Faustino convocó el pasado viernes a una selección de ellos para una cata de vinos escogidos entre algunas de las mejores añadas históricas de la bodega.
Participaron en la cata los siguientes Masters of Wine: la estadounidense Nova Cadametre, la australiana Neil Hadley, la noruega Aina Mee Myhre y los británicos Adrian Garforth y Jennifer Docherty.
El evento comenzó con el recibimiento de Lourdes Martínez Zabala – consejera delegada de Grupo Faustino – y Francisco Honrubia – director general de Grupo Faustino. Tras probar una copa de Faustino V Blanco, los asistentes recorrieron la bodega de la mano de Rafael Martínez y Juan José Díez, enólogos del Bodegas Faustino.
La cata principal se desarrolló en los jardines de la bodega, donde se procedió a la degustación de los cinco vinos que forman parte de las añadas míticas de Bodegas Faustino: 1964, 1970, 1987, 1994 y 2001.
El excelente estado de los vinos, a pesar de su antigüedad sorprendió a estos profesionales que mostraron un gran interés en en los procesos de elaboración y conservación, y especialmente en las características del roble usado para su envejecimiento. El equipo de enólogos explicó el porqué de la evolución en el estilo y características de los vinos y las diferencias entre elaboración de los Grandes Reservas del siglo pasado y los actuales.
La cena post-cata permitió a estos profesionales armonizar estas añadas con alimentos típicos riojanos como menestra de verduras, pochas y chuletillas al sarmiento. La propia elaboración de la cena también supuso una clase practica de gastronomía en la que se explicó a los invitados los matices que aporta a la carne, ser cocinada con los sarmientos, practica desconocida en sus países de origen.
Como sorpresa final, en el momento de los postres, se les ofreció catar el vino más antiguo disponible en la bodega, un Faustino Gran Reserva de 1955, una de las añadas más recordadas en Rioja. Esta última cata maravilló a estos profesionales que agradecieron a la bodega la invitación y el trato recibido.
El Campo de Borja ha mostrado todo su potencial, ratificando su título de ‘Imperio de la Garnacha’, en una nueva edición de la Muestra de Garnachas que ha atraído, hasta el Museo de Zaragoza, a un numeroso público. La decimocuarta edición y tercera que se celebra en “este magnífico escenario”, como ha calificado Eduardo Ibáñez, presidente de la D.O. Campo de Borja, al Museo de Zaragoza, se ha caracterizado por el buen ambiente, la calidad de sus vinos y la profesionalidad de muchos de los asistentes.
Alto Moncayo, Aragonesas, Bordejé, Borsao, Pagos del Moncayo, Palmeri Sicilia, Román, Ruberte y Crianzas y Viñedos Santo Cristo son las bodegas del Campo de Borja que han participado en la muestra, tanto desde sus stands, ubicados en el patio central del museo, como en las catas que han ido organizando a lo largo de toda la jornada.
En la presentación, que ha tenido lugar poco después de las 12 de mediodía, Ibáñez, presidente de la D.O. Campo de Borja, se ha felicitado por la consolidación del museo como sede de la muestra, que refuerza la “consideración de nuestros vinos como obras de arte”. Pero, además de arte, ha continuado el presidente, detrás de estos vinos “hay también mucha ciencia, innovación y pasión”, y un arduo trabajo que, en el pasado concurso Garnachas del Mundo, que tuvo lugar en la Terra Alta, se vio recompensado con 12 medallas de oro y 8 de plata.
A la presentación han asistido, además de Jordi Rius, secretario de la D.O. Terra Alta, doce sumilleres y los presidentes de las asociaciones de Madrid y Aragón, “cuna de grandes sumilleres”, como ha destacado Eduardo Ibáñez. Además de las actividades enmarcadas en la muestra, el presidente de la denominación ha querido destacar otro importante proyecto al que está estrechamente ligado el Campo de Borja: el Congreso del Terroir, que se celebra en Zaragoza del 18 al 22 de junio y “que congregará a los investigadores más prestigiosos del mundo”.
Nacho Escuín, representando a la sede que acoge la muestra, ha manifestado su satisfacción por la fructífera relación que se ha establecido entre ambas instituciones, destacando la aportación que este año ha hecho la D.O. Campo de Borja, a cambio de la cesión del espacio, que ha sido la ayuda a la restauración de una tabla gótica de Blesa, que todos los asistentes han podido admirar.
Luis Vaquer, presidente de Horeca y representando a los restaurantes de Zaragoza, 33 de los cuales participan en la Semana de la Garnacha, hasta el 3 de junio, ha agradecido la predisposición que la D.O. siempre tiene para colaborar en todos los eventos gastronómicos que se organizan desde Horeca. “Aragón, más allá que por su recetario, destaca por sus productos y, entre estos, el vino y, más concretamente, el de garnacha es el más icónico, un referente”.
El consejero de Agricultura, Joaquín Olona, ha cerrado el acto felicitando a la denominación por vincular, “con un acto tan visible”, el vino con el arte y la cultura. “Desde el departamento –ha dicho el consejero– animamos siempre a los agricultores a la producción de alimentos de calidad diferenciada y entre estos, el vino es el mejor ejemplo.» Olona ha ilustrado con cifras esta afirmación: “toda la producción de alimentos de calidad diferenciada supone 220 millones de euros, de los cuales, 180 corresponden al vino, es decir, un 80%”. El consejero también ha destacado al sector vitivinícola “por su labor comercial y de comunicación y por haber constituido un sistema productivo en el que los agricultores también son beneficiados”.
La climatología ha acompañado durante toda la jornada, lo que ha animado al público a visitar el patio del museo y probar los vinos galardonados de las 9 bodegas participantes, maridados con jamón de Teruel y quesos El Acebo del Moncayo. Las 9 catas, en el salón de actos del museo, que se ha transformado en un local animado por la música y la iluminación, también han congregado a numerosos profesionales y aficionados que han podido vivir la experiencia de unas catas diferentes y desenfadadas.
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