Barbera de la Conca es un pueblo pequeño de apenas 519 habitantes según el último censo que se realizó en el año 2014. Tiene el orgullo de tener el primer Vivero de Empresas Vitivinícolas y que está situado en la sede de la antigua Sociedad Cooperativa Agrícola de Barbera de la Conca fundada en 1894 y que posee el honor de ser la primera que se constituyó en Cataluña y en España.
Hablar del Trepat es hablar de una variedad vigorosa de uvas grandes y racimos compactos. Las bayas son grandes y redondeadas, con una piel de grosor medio. Es de brotación temprana y maduración tardía, finales de septiembre a principios de octubre.
Se hacen vinos muy frescos como el rosado se obtiene que son, ligeros, afrutados, de color rosa frambuesa, limpios y luminosos. En la elaboración de los tintos se obtiene un vino fresco y ligero con un color entre cereza, rubí y ribete violáceo. En boca sobresalen notas de frutas rojas y regaliz con un toque especiado de pimienta y hoja de laurel. El color, el aroma y el paladar los hacen únicos. Esta cepa también ha sido utilizada para producir cavas rosados, incluso blancos, debido a su escaso color.
Trepat, una cepa con historia y con gente trabajando para que no se pierda como ha pasado con muchas cepas autóctonas. Cuando se catan vinos siempre surgen sorpresas, al final solo son detalles, pero cuando gusta un vino, siempre gusta a todos. El Trepat es una de las grandes variedades de uvas olvidadas en el mundo vinícola.
Un pueblo y su gente se encargan de que lo pases genial en su Fiesta del Trepat haciendo que los autóctonos y foráneos disfruten de los sorprendentes vinos que elaboran. Y yo sé que estoy interesado en el vino y algunas cosas más, que ahora no recuerdo. Es por eso que sigo bebiendo vino para recordar. Mientras recuerdo y bebo solo escribo…¡SALUD! “TREPAT”.